Para contestar la interrogante que sirve de título pudiéramos recurrir a mil y una definiciones, la que mejor explica el término cultura es la formulada por E. B. Tylor, quien la define como, “todo ese complejo conjunto que incluye conocimiento, creencias, arte, moral, ley, costumbres y otras capacidades, y hábitos adquiridos por el hombre como miembro de la sociedad”. (Goberna, J. 1999. P. 224)
Esta definición es muy amplia pero si la desglosamos conseguimos que, la cultura es conocimiento, ésta a su vez se considera como el estado de quien conoce o sabe algo, y por otro lado, los contenidos sabidos o conocidos forman parte del patrimonio cultural del Homo sapiens. Es saber que se consigue mediante la experiencia personal, la observación o el estudio, además de las creencias, es decir, en lo que se cree y la confianza que se tiene en que algo existe o que es cierto. Por tal razón, la cultura es el contexto en el cual la gente construye su identidad.
La cultura consiste en significados, normas y valores que las personas producen activamente, partiendo de sus experiencias y relaciones sociales. Dentro de la cultura podemos encontrar la costumbre, que simplemente es una práctica social arraigada. Generalmente se distingue entre buenas costumbres que son las que cuentan con aprobación social, y las malas costumbres, que son relativamente comunes, pero no cuentan con aprobación social.
Una de las expresiones culturales conocidas desde la Prehistoria es el arte, entendido generalmente como cualquier actividad o producto realizado por el ser humano con una finalidad estética o comunicativa, a través del cual se expresan ideas, emociones o, en general, una visión del mundo, mediante diversos recursos, como los plásticos, lingüístico, sonoros o mixtos.
“Aquí se encuentran (…) la dimensión de obra, de la cultura objetivada (monumentos, obras, también lengua y costumbres, algo estático, fijo, tradicional, que hay que cuidar); a menudo se piensa en este contexto sólo reducidamente en las artes. Por otro, la dimensión antropológica, descriptiva de la cultura, que nombra lo que diferencia una cultura de otra. En ese último sentido, la cultura es un proceso dinámico, en el que individuos socializados organizan su vida en común a través de tradiciones, con ayuda de un sistema de formas simbólicas aceptadas mutuamente y seleccionando para su forma de vida, algunas de las posibilidades que tienen a disposición. Ese sistema es dinámico y se transforma constantemente, si bien no en forma discrecional. La cultura en ese sentido incluye la herencia en los “espacios sociales vivientes”, que son conformados participativamente y aceptados por los individuos, porque son vistos por éstos como parte de su (mejorada) calidad de vida y reflejo de sus ideas de una vida “buena y correcta”.” 1
Visto de esta manera se consigue que la cultura es algo muy personal de cada país y sus residentes y a su vez viene formándose desde el momento en que nacemos hasta el momento en que morimos. Por otra parte siempre están las polémicas interculturales, ya sean causadas por el color de una raza, sus creencias y sus costumbres. Cuando dos culturas chocan pueden pasar 3 cosas, primero que se unan y se cree una nueva cultura, segundo que una domine a la otra y esta use ciertas cosas de la cultura absorbida pero siempre siendo la dominante en aspectos como las leyes y la moral. La tercera y última que no puedan convivir entre ellas y una de las dos tenga que emigrar.
A través de la historia se han visto muchos casos de lo antes referido, por ejemplo, Roma que absorbía culturas para volverse una cuidad culturalmente muy poderosa, y un caso más cercano en la actualidad, en los países latinoamericanos donde se ve en grandes cantidades barriadas chinas, inglesas y de otras nacionalidades, que aun así logran encajar con los latinoamericanos, lo cual demuestra que a veces no todas las culturas chocan y es por esta razón que el intercambio de culturas siempre es importante ya que se aprende y se evoluciona.
Para cerrar se puede decir que la cultura es llevada por cada ser humano en su día a día, toda persona sea buena o mala, sea pobre o rica, sea negra o blanca tiene una cultura por la cual rigen su vida a diario. Es por esto que debemos vivir el día a día experimentando, observando, analizando y lo más importante de todo, aprendiendo de las experiencias ya sean buenas o malas, para que así poco a poco una persona tenga un nivel cultural alto y pueda compartir esa cultura adquirida con muchas personas. Así siempre puede existir un intercambio cultural sin restricciones ni discriminaciones que es lo que se busca en el mundo para a lo mejor algún día conseguir la paz tanto buscada.
Referencias Bibliograficas
Goberna, J. (1999). Civilización: historia de una idea. Universidad Santiago de Compostela: España (277 páginas)
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